Poemas de Jacques Viau
Pintura: Paul Klee
NADA PERMANECE TANTO COMO EL LLANTO
I
¿En qué preciso momento se separo la vida de nosotros?,
..... ¿en qué lugar,
en qué recodo del camino?
¿En cuál de nuestras travesías se detuvo el amor
..... para decimos adiós?
Nada ha sido tan duro como permanecer de .....rodillas.
Nada ha dolido tanto a nuestro corazón
como colgar de nuestros labios la palabra
.....de amargura.
¿Por qué anduvimos este trecho desprovistos
..... de abrigo?
¿En cuál de nuestras manos se detuvo el viento
.....para romper nuestras venas
y saborear nuestra sangre?
Caminar, ¿hacia dónde?,
¿con qué motivo?
Andar con el corazón atado,
llagadas las espaldas donde la noche se acumula,
¿para qué?, ¿hacia dónde?
¿Qué ha sido de nosotros?
Hemos recorrido largos caminos.
Hemos sembrado nuestra angustia
en el lugar más profundo de nuestro corazón.
¡Nos duele la misericordia de algunos hombres!
Conquistar nuevos continentes, ¿quién lo pretende?
Amar nuevos rostros, ¿quién lo desea?
Todo ha sido arrastrado por las rigolas.
No supimos dialogar con el viento y partir,
sentarnos sobre los árboles intuyendo próxima
..... la partida.
Nos depositamos sobre nuestra sangre
sin acordamos de que en otros corazones el mismo
..... líquido ardía
o se derramaba combatido y combatiendo.
¿Qué silencios nos quedan por recorrer?
¿Qué senderos aguardan nuestro paso?
Cualquier camino nos inspira la misma angustia,
el mismo temor por la vida.
Nos mutilamos al recogernos en nosotros,
nos hicimos menos humanidad.
Y ahora,
solos,
combatidos,
comprendemos que el hombre que somos
es porque otros han sido.
II
Ya no es necesario atar al hombre para matarlo.
Basta con apretar un botón
y se disuelve como montaña de sal bajo la lluvia.
Ni es necesario argüir que desprecia al amo.
Basta con proclamar --ceñuda la frente--
que comprometía la existencia de veinte siglos.
Veinte siglos,
dos mil años de combatida pureza,
dos mil años de sonrisas clandestinas,
dos mil años de hartura para los príncipes.
Ya no es necesario atar al hombre para matarlo.
La noche,
los rincones,
no,
nada de eso sirve ya.
Plazoletas y anchas calles se prestan bulliciosas.
No cuenta el asesino con los pacientes,
no cuenta el príncipe con los sumisos.
Todos han olvidado que el hombre es aún capaz
..... de cólera.
Las llamas se extinguen sin haber consumido el
..... odio.
El día irredento ha postergado la resurrección del
..... hombre.
Y los otros,
aquellos que presencian la matanza sentenciando:
"¡Locos, habéis tocado a la puerta de la muerte
y ella se quedó en vosotros!"
Esos
sólo saben predecir la muerte.
No han aprendido a combatirla.
No han aprendido a cobijar la tierra en el corazón.
Y el sumiso, ¿qué hace?
¿Dónde deposita su silencio?
¿En qué lugar del corazón teje la venganza?
Nadie lo sabe.
Todos le han olvidado.
Se ha dictaminado que su morada sea la sombra,
que el pan deshabitado sea su alimento,
que el pico le prepare el lecho
y la pala le cubra el corazón.
¿Qué es el hombre combatido?
Nadie lo recuerda.
Lo visten los trapos.
Lo arrojaron en la parte trasera de la casa
y allí
con los residuos
un guiñapo se amontona.
Las llamas se extinguen.
Se arrinconan los hombres en una sola sombra,
en un solo silencio,
en un solo vocablo,
en un llanto solo
y cuando todo sea uno,
uno el llanto y el vocablo uno
no habrá paz sobre la tierra.
¡No habrá paz!
Y aquellos que dictaminaron el destino del
..... hombre,
los que jamás contaron con los sumisos,
amasarán con sangre su propia podredumbre.
¡No habrá paz!
¡Llanto para quebrar el llanto,
muerte para matar la muerte!
PERMANENCIA DE JACQUES VIAU
Poeta de una isla y de dos pueblos
... Cuesta comprender en su candente intensidad cómo un joven de escasos 22 años pudo reunir en una sola ráfaga –la ráfaga de su vida breve– toda la profundidad de conciencia de su pueblo, o de sus pueblos, todo el entretejido desbordado de su historia lastimada, y a la vez toda la vena creativa, ética, revolucionaria, así como puede releerse y comprobarse en su libro publicado muy poco después de su muerte, año 1965, que lo sorprendió bajo el fuego de morteros, en la ciudad de Santo Domingo desolada.
... Pedro Mir, Antonio Lockward Artiles, René Depestre, entre otros importantes poetas caribeños, destacaron la herencia de la voz, tan punzante como reveladora, de este poeta nacido en Port-au-Prince, Haití, en 1942, que vivió con su familia desde sus primeros años en la capital dominicana. Una sola obra, Permanencia del llanto, agrupada en un pequeño manojo de hojas, le bastó para decir o desnudar la vida y el drama de los suyos.
... Sus palabras, sus honduras, sus expresiones singularmente estremecidas, deben cotejarse en el marco del legado cultural, político, poético, de un continente que en su lucha por ser, por no dejar de ser, ha escrito, ha tallado medularmente, no pocas páginas constitutivas de su historia, a contarse
desde los más antiguos hitos anticoloniales hasta estos años de arrasador, desguazante y no menos cruento neoliberalismo.
... La obra, de escasas e intensas páginas, del joven Viau se integra de hecho, en esa significación, a ese horizonte vasto y raigal de la poesía latinoamericana, y a su sacudido paisaje humano. Leerlo es también leernos, ya no sólo en un ejercicio de la memoria, o un detenimiento en el ayer, que, sabemos, sigue diciendo y tejiendo, sino también en la constante de las miradas de hoy, que nuestros pasos vienen necesitando y reclamando.
Eduardo Dalter
Buenos Aires, noviembre, 2006
6 comentarios:
Gracias Eduardo Dalter por traernos a este poetazo, gracias!!!!
Un abrazo Gus-.
Coincido ,con tu comentario Gus
!que intensidad en 22 años y ctas cosas proféticamente peores nos han sucedido en todo el continente q alguna vez luchaba a morir !
" Ya no es necesario atar al hombre para matarlo", frase intensa como la vocación de la palabra que no puede callarse.
Esta sección es una antorcha viva.
MARITA RAGOZZA
gracias mil gracias.. cuanta fuerza en 22 anos cuanta poesia.. abrazos enormes
itzela
leer lo que escribió este joven poeta lo resumo en una palabra:
estremecedor.
ANAHI
ESTREMECEDORA LA POESIA DE ESTE JOVEN POETA
.ANAHI
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